15/1/13

un camino de arcilla

METAL magazine

Hay una obra que sobrevuela la conversación con Fernando Casasempere (Santiago, Chile, 1958). Su instalación Out of Sync. 10.000 jacintos de arcilla hechos a mano e individualmente que, desde el patio principal de la Somerset House, clavados sobre sus tallos de metal, este año recibieron la primavera londinense. La tosca belleza de las flores de arcilla, su complicidad con el edificio neoclásico, el contraste con el frescor del césped y la magnitud de la repetición, dieron en la tecla de la monumentalidad y la poesía. Fue una fiesta para los sentidos. Eco y amplificación de la alegría que traen las primeras flores después del invierno.

Fernando Casasempere lleva quince años viviendo y trabajando en Londres. Ahora regresa a Chile a través de su obra. Ha donado a Chile su Out of Sync y los jacintos de arcilla recibirán otra primavera, la austral, desde el patio del Palacio de la Moneda de Santiago, otro edificio neoclásico. Aún hay un dato más relevante, más inmensamente poético. Si en la instalación Back to the Earth enterraba las piezas de arcilla en un regreso simbólico a los orígenes del material o en Under the Forest los troncos desnudos modelados con sus manos se camuflaban con la vegetación natural del Jerwood Sculpture Park, ahora, con Out of Sync, llenará de flores el desierto. El desierto de Atacama ha sido su inspirador para esta obra y es su destino final y permanente. “El desierto tiene algo bien curioso —dice Fernando—. En Out of Sync utilicé colores del desierto de Chile, eso estaba claro desde el principio porque era donde se iba a instalar y amalgamar. Pero además está el gesto. Como hicieron los árabes al llevar el agua a sus espacios interiores porque allí no la tenían, o como con las flores en los cementerios, lugares que no tienen flores pero donde se usan flores. Son flores de papel o de plástico para poder durar, flores hechas por el hombre.” 

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Annette Merrild

B-GUIDED

Después de vivir y estudiar en lugares tan variados como Copenhague, Mombasa, Hamburgo y Nueva York, Merrild se trasladó a Barcelona en 2006, donde reside actualmente junto con su familia. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas desde 1994 y mas recientemente en el Museo de Arte Moderno de Estambul, con su anterior proyecto The Room Project. Regularmente organiza cenas-eventos para coleccionistas y entusiastas del arte en su taller-galería del Raval, en un intento de buscar una alternativa a los canales tradicionales del mercado del arte.

El trabajo de la artista Annette Merrild (1972, Herning, Dinamarca), está fuertemente influenciado por el libro y el documental seminal Ways of Seeing, de John Berger. En su prólogo, Eulàlia Bosch escribe: "Lo visible puede permanecer alternativamente iluminado u oculto, pero una vez aprehendido es una parte importante de nuestra vida". Annette Merrild transforma lo visible. Con su serie 265 deconstruye retratos pornográficos de mujeres pintando sobre fotos de revistas, mientras que con Icons 1400-2010 hace sus intervenciones utilizando el sujeto masculino. Al final del proceso casi no hay rastro de los contenidos pornográficos originales, las nuevas figuras son musas eróticas e iconos religiosos que emanan una energía encantadoramente femenina, partenaires privados de su dominio en el caso de los hombres, despojados de sus prendas y revelando así su fragilidad. En Black and White (sculptural paper), agrega pegamento sobre figuras que han sido atadas a la manera de la práctica del bondage. Interviene con la materialidad del cuerpo femenino y centra la atención en su carne, en su condición básica como objeto final de deseo. También en The Story Tellers of the Remakes reflexiona sobre la construcción del discurso y presenta un ejemplo de la forma literal en la que funciona. Baña sus colecciones de Barbies, Kens y otros personajes de cuentos infantiles con un magma de oro; las esculturas son colocadas en un pedestal y protegidas con una campana de cristal como si se trataran de piedras preciosas. Baratijas que evidentemente mienten acerca de su condición, artefactos del pasado de aspecto inocente que informan al hombre contemporáneo que se encuentra abrumado por su cuerpo, capaz de someterse a intervenciones plásticas (entre muchas otras acciones que se pueden cometer en el cuerpo) con el fin de alcanzar el ideal físico. La realidad, dice Eulalia Bosch, es el "reino de lo visible", que una vez atrapado "no puede ser capaz de renunciar a ese tipo de existencia que se obtiene en la conciencia de aquel que lo ha notado / que lo ha percibido". En The Room Project, una obra puramente conceptual y fotográfica muy alejada de su producción más reciente, Merrild explora la construcción de identidades. Un apartamento, una muñeca, una imagen pornográfica, un cuento popular son los objetos de sus estudios.

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