17/9/08

después del cowboy

METAL magazine

Lo último que hemos oído sobre el cowboy americano quizás sea el Brokeback Mountain de Ang Lee. Señal inequívoca de que las culturas y sus estandartes mutan con el tiempo. Con las nuevas realidades de género y las rubias románticas reticentes hoy al rol de penélopes de la llanura; los indios ya reducidos y desnaturalizados, guardados en reservas como se guardan gitanos en los suburbios de Europa; el trabajo manual obsoleto, los rodeos convertidos en entretenimiento y el sueño americano deconstruído desde las mismas pantallas estadounidenses, el solitario del oeste ya no es el que ha sido.
Giorgio Presca, director de VF Jeanswear International, la compañía que agrupa Wrangler y Lee, aporta su visión al respecto. Dice que la independencia y la fuerza del cowboy hay que buscarlas ahora en los skaters y snowboarders, entre otros intrépidos –urbanos, seguramente– por descubrir.
Lo cierto es que si tan poco sobrevive del cowboy como realidad simbólica contemporánea, mucho menos se le puede pedir como imagen de marca. Algo obvio para los artífices de la nueva era de Wrangler, la marca que hizo del cowboy y los rodeos del oeste americano íconos propios. Así que el equipo encabezado por Presca, que debía terminar con las casi dos décadas de supervivencia silenciosa como proveedor de denim que ostentaba Wrangler, plantea una renovación a lo grande y para ello decreta el final del cowboy, al tiempo que indaga en nuevas (y muy acertadas, ya lo veremos más abajo) asociaciones.
Lo que aquí no podemos pasar por alto es la trascendencia cultural de esta aventura de marca. Porque una cosa es que las sociedades y sus gentes cambien y otra más impactante es cuando los íconos son derrocados. Así que este momento en que Wrangler proclama el desalojo del cowboy de su imaginería de marca y con ello da por concluida una etapa de la cultura occidental, se puede comparar con aquellos momentos en que se derriban estatuas, como la de Vladimir Lenin en Budapest o las de Saddam Hussein en Irak. Sin el estruendo que hacen al caer el mármol y el cemento con que se rinde culto a ideologías políticas o religiosas, pero con similar dimensión simbólica.
Pero además, el derribo del cowboy viene a ser un hecho original. Porque los derrocamientos escasamente ocurren con los símbolos culturales, que en general se desvanecen por sí mismos, caducos y olvidados, como estelas escuetas tras los imaginarios nuevos (y, ya se sabe, se retoman tiempo después, vaciados de sentido).
(sigue en COMMENTS)

1 Comments:

Blogger Paula Yacomuzzi said...

El nuevo acierto de Wrangler
Para su relanzamiento, Wrangler se deshace de los prejuicios del cowboy pero se queda con sus virtudes, en un proceso que de ningún modo se propone erradicar el pasado y cargarse atributos de marca poderosos aún y, en algunos casos quizás, imposibles de remover. Mientras la idea del macho heterosexual anglosajón resultaba reductora y desfasada, la independencia y el lado salvaje del solitario del oeste conservaban el atractivo. Entonces un logo de la marca que probablemente recordáis, donde la figura del caballo se esboza a través de la palabra Wrangler, dio la pauta del nuevo camino: el concepto se desplazaba desde el cowboy hacia el caballo, y de allí al animal que todos llevamos dentro. Así Wrangler busca reposicionarse a través de valores como el instinto y la emoción, enmarcados en el slogan “We Are Animals”.

El hallazgo fue de la agencia FFL Paris (Fred & Farid), que con esta propuesta ganó el concurso y se hizo con todas las comunicaciones de Wrangler a nivel europeo. Wrangler ha acogido de tal modo la idea del animal salvaje que habla de ella en términos no de campaña sino de declaración de valores: “Creo que el concepto del animal durará mucho tiempo. La ejecución de la idea irá variando de un año a otro, seguramente; pero es esto lo que esperamos que sea la marca”, dice Giorgio Presca.

Frederic Raillard y Farid Mokart trabajaron en Londres para BBH y en San Francisco para Goodby Silverstein and Partners antes de fundar, en 2006, su agencia FFL en París. Tienen un espíritu joven y visionario. Son los autores del comercial para la consola XBOX en que una mujer pare un bebé con tanta fuerza que éste sale eyectado y, en el curso del vuelo, pasa por todas las edades hasta que llega a viejo y aterriza en una tumba. “Life Is Short. Play More”, dice el slogan. Tienen muchos premios: siete leones de Cannes y tres lápices D&DA, entre otros. Sus ideas en publicidad son de lo más avant garde y allí se esconde el secreto de su éxito. Hablan de “honestidad” para hacer comerciales, de decir cosas auténticas sobre el producto, de usar la marca como sponsor de algo en lo que uno cree o piensa y de ese modo conmover a la gente. O sea, hablan de introducir contenidos en la publicidad, en la línea que exploramos en el número anterior de Metal con Shubhankar Ray. Todo lo cual se puede observar fácilmente en esta campaña para Wrangler, donde acuden a un concepto auténtico sobre todas las cosas, ya que se ve bien lícito lo de flirtear con la idea de un influjo animal en nuestra esencia humana.

(Y no se puede más que agradecer a una marca cuando no menosprecia a la gente. Así se lo dije a Fred Raillard, que estuvo estos días en el Bread & Butter de Barcelona con Wrangler. Él se mostró asombrado por el inmenso feedback que ha recibido la campaña por parte de la gente.)

Luego, el concepto se ha trasladado de forma magistral y con buenas dosis de fantasía en la puesta visual. Ryan McGinley fue su ejecutor, un fotógrafo joven y brillantemente icónico que supo revisitar la intimidad autobiográfica de Nan Goldin o Larry Clark con aportes propios. Esto se vio en su exposición en el Whitney Museum de Nueva York en 2003 (cuando aún exploraba el Lower East Side de Manhattan y sus jóvenes urbanos) y también más tarde, en trabajos como Celebrating Life o, más recientemente, en I Know Where the Summer Goes. Los cuerpos desnudos de los jóvenes aparecen desprovistos de insinuaciones y pesadumbres existenciales; las figuras deambulan de forma lúdica por entornos naturales como bosques y playas y se ven como un elemento más del paisaje. Tan laxos y furtivos como animales.

De modo que aquí es donde el universo de McGinley entronca de forma tan específica con la propuesta de Wrangler. El objetivo de la campaña visual fue comunicar la vida compleja de las manadas, centrándose en sus necesidades básicas: comer, beber, reproducirse y sobrevivir. Para ello, los trece modelos seleccionados por su “magnetismo animal”, como explica la marca, se expusieron a la crudeza de la noche en un bosque de Nueva Jersey. El frío y las dificultades de visión y movimiento hicieron lo suyo. En las imágenes, los jóvenes aparecen como auténticos animales cazados clandestinamente por la cámara en sus entornos naturales. Desnudos en la parte superior del torso, todos visten vaqueros de Wrangler, que en este regreso se vuelven a situar en un entorno semi-salvaje. El modelo campana tan popular desde los setenta tiene el protagonismo en esta campaña que se verá de forma complementaria en distintos países, ya que en cada uno se utilizan entre cuatro y seis imágenes diferentes.


Tres colecciones
Giorgio Presca, el ideólogo de la transformación de Wrangler, es un hombre con veinte años de experiencia en la industria, y específicamente en el sector del denim, que anteriormente fue brand manager en Diesel y Levi’s. En esta ocasión ha sido convocado para revivir una marca aletargada (por no decir muerta). Hablo con él también en el Bread & Butter. Allí explica que el gran cambio radica en conseguir una marca afianzada en la actitud, algo que se manifiesta no sólo en la comunicación sino, en igual medida, en el producto. Hacia allí apuntan las tres nuevas colecciones de Wrangler. Con los vaqueros y también con camisas, camisetas, jerseys y chaquetas, core products de la marca, además de una nueva colección de zapatillas, cinturones y bolsas. The Wild One, Off Duty y Flag son los nombres de las colecciones que revelan el espíritu del nuevo Wrangler.

The Wild One tiene reminiscencias de la tradición Wrangler, en una calavera de toro que aparece bordada en el bolsillo trasero de algunos jeans. Pero el rebelde se ha bajado del caballo y se ha subido a la motocicleta. Hay estampados irreverentes en chaquetas y camisetas, muchos de los cuales refieren a una iconografía de moteros, al igual que las cremalleras por todo sitio y los parches en codos y hombros. Son nuevos los vaqueros en negro y gris, como los acabados súper gastados y lavados e incluso algunos tan manchados que da coraje acercarse por temor a encontrar que huelen a grasa. En la línea de mujer, predominan los vaqueros estrechos y las camisetas con estampados coloridos aunque desgastados, como añejos; la chaqueta de cuero es la prenda estrella.

La colección Off Duty es más depurada y elegante. Predominan el verde y el azul en las camisetas de hombre, una referencia directa a las raíces de la marca como compañía especializada en monos de trabajo. Los estampados en las camisetas son principalmente tipográficos y los vaqueros más bien limpios y en colores planos. En la línea de mujer, los tonos son delicados en verde, beige y crema, con algún destacado en lavanda.

Flag es la tercera colección que lanza Wrangler. Está inspirada en la bandera americana, de modo que los colores son el rojo, el blanco y el azul. Incorpora elementos como el dólar o el águila, además de las rayas y las estrellas de la bandera. El logo de Wrangler se ve en multicolor muchas veces sobre el bolsillo trasero de los pantalones. Es una colección ligera, brillante y veraniega, con múltiples referencias al hippismo de los setenta. Esto último se ve más bien en la línea femenina. Aquí están los vaqueros flare y hay minifaldas y hot pants.

Finalmente, el replanteo de Wrangler se manifiesta también en la distribución, con nuevos retailers y tiendas propias que han de comunicar la imagen y la experiencia completa de la marca. Sus expectativas se pueden resumir en estas palabras de Presca: “Esperamos que Wrangler se convierta nuevamente en un icono, adoptado por personas auténticas que viven la vida con pasión y adrenalina. Creemos que éste es el ADN de Wrangler”.

9:54 a. m.  

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