22/1/06

editar es como cocinar

revista G7

M-Publication es una revista alemana que podría ser un libro. Tiene una altísima calidad de impresión y un claro planteamiento conceptual. Siguiendo el símil culinario que propone su directora, el collage de materiales podría compararse con una receta de cocina que combina sabores ácidos con dulces y picantes y que excita más de un sentido.

M-Publication nació en Alemania en septiembre de 2002. Desde entonces llevan publicados cuatro números, cada uno dedicado a un tema diferente. Primero fue el poder, después el lujo, después la sorpresa y el último número estuvo dedicado a Alemania. M es un collage de imágenes y textos impresos en altísima calidad. Casi un libro, quizás un catálogo. En un mismo número llegaron a usar 17 calidades diferentes de papel y en su haber proliferan las tintas especiales y unos sistemas de impresión que incluyen varios modos de stamping, golpe en seco y bajorrelieve (en alguna edición incluyeron fotos del making-of, que consisten en un recorrido por la imprenta, entre máquinas, técnicos con guantes y guardapolvos manchados, pruebas de color y tarros de pintura; el site está lleno de estos paseos). De ahí que M prometa placer extremo a diseñadores gráficos, editores y todo aquél que profese debilidad no sólo por las artes visuales sino también por las fragancias y texturas de las buenas tintas y papeles.
M-publication es dispersa y pop, conecta con cierta fantasía, pero también suele ponerse seria. Si Kimberly Lloyd, su directora, estuviera delante mío al pronunciar esta declaración de intenciones (que encuentro publicada), supongo que se soltaría el pelo, entornaría los ojos y elegiría un punto a la distancia en donde clavar la mirada: “M es una metáfora, una misión, un movimiento, un divertimento, y destila inspiración pura. Trata sobre soñar lo no soñado, descubrir lo desconocido, sobre viajar a lugares nunca vistos y contar historias que todavía no fueron contadas, entre miles de recuerdos”. En el sentido de divertimento multiforme M conecta con algunas otras publicaciones independientes contemporáneas, como son la francesa Yummy, la suiza Soda, la finlandesa Bulgaria…
La mitad de la tirada se regala. La otra mitad sale 26 euros. Una tirada especial que lleva el nombre de Collector’s Edition sale 69 euros. Y el último número tuvo también la versión Colette, que se vendió por 169 unidades de la moneda comunitaria europea.
Hasta acá la revista.
(sigue en COMMENTS)

1 Comments:

Blogger Paula Yacomuzzi said...

La entrevistada
Kimberly Lloyd nació en Kabul, Afganistán. Fue actriz y modelo desde los 15 años, después estudió Economía en la Universidad de Frankfurt y trabajó en el departamento de Marketing del Deutsche Bank. Co-fundadora de esta M-publication que se distribuye en Europa, Estados Unidos y Canadá, dio conferencias sobre periodismo y presentación de la información en las bienales de arte europeas Art Bassel y Arco, en Madrid. También ha dictado workshops sobre concepto y diseño editorial en la Universidad Lusa de Lisboa y recientemente en el Festival de Revistas CMYK que tuvo lugar en Barcelona. Su empresa Lloyd & Associates da servicio de consultoría sobre lifestyle y cultura a empresas internacionales del mundo de la moda, accesorios técnicos o de automóviles.

G7 estuvo con ella en Barcelona para hablar sobre este curioso producto editorial que es M-Publication.

Vi el ensayo fotográfico de los bebés recién nacidos, me pareció alucinante, transluce tanto la vulnerabilidad de esas criaturas… Me pareció un trabajo muy fresco y jugado. ¿Cómo se hizo, fue una idea y producción de ustedes?
Bueno, fue una idea de… El tema era el lujo, y ¿qué es lujo?, la vida es un lujo, porque sólo tenés una vida, no podés comprar una vida mejor. ¿Cómo podrías mostrar la vida plenamente si no es a través de un bebé recién nacido? Y usualmente no veo bebés así; en las campañas se ven bebés rosaditos pero nunca con la sangre todavía después del parto. Así que le pedimos a un fotógrafo que hiciera una investigación del tema, que fuera a un hospital, y que hiciera las fotos de los bebés. Y fue un proceso súper, súper difícil, porque tuvimos que firmar tantos papeles. Tuvimos que atravesar todo tipo de procedimientos burocráticos. Hablamos con los hospitales, hicimos investigación, llamamos a médicos, hubo que preguntar a las madres si estaban de acuerdo con que nos lleváramos el bebés del cuarto apenas nacido para sacarle una foto… Pero es divertido, porque es un trabajo que sorprende y que a la gente le queda muy registrado.

¿Cómo definirías el concepto visual de M?
Es un sistema de navegación para tus sentidos. Alguna gente ve la revista y dicen que les encantan las ilustraciones, otros van directamente a la tipografía como una línea conductora entre las páginas, y a veces la gente se detiene en el lenguaje fotográfico y los trabajos fotográficos y encuentran ahí el concepto. De manera que para cada uno hay una línea conductora.

¿Cómo se trabaja para plasmar ese concepto, esa idea que les interesa?
En realidad es un proyecto muy egoísta, porque sólo pongo cosas que me gustan personalmente o que se ven bien en el conjunto de la colección de trabajo que hay en el libro [sic]. Pero a veces, por supuesto que también tengo que hablar con mi equipo, discutir juntos, hablar sobre qué mensaje estamos mandando. Tienen que ser por supuesto en línea con la idea central de ese número. Intentamos recoger… ser navegadores, no apuntar a ciertas cosas sino navegar por los contenidos…

Porque ésa es la manera en que descubrís los trabajos que publicás: surfeando…
Sí, voy por ahí… Por ejemplo, si me voy de viaje a algún lugar y me pongo a husmear en un pequeño negocio y encuentro algo que me resulta loco, puede ser un objeto o un pedazo de papel, lo llevo conmigo. Y cuando hacemos nuestras reuniones creativas, lo llevo conmigo y comento, “Bueno, encontré esto en tal lugar…”. Y podemos usarlo o no, si va con el concepto, si el color está bueno. ¡Es como cocinar! ¡Editar es como cocinar! Los ingredientes son siempre los mismos, y ahí estas vos, que sos el chef y que tenés que darle tu toque personal.

¿Pero a veces usan material que alguien les acerca y otras veces producen a partir de ideas propias?
Tenemos contacto con alrededor de 150 colaboradores, que están de alguna manera involucrados en cada número. Ya sean diseñadores gráficos, ilustradores, fotógrafos, gente que viene del periodismo o la literatura… Pero por supuesto que a veces tenemos que hacer el trabajo en casa, por cuestiones de tiempo, porque el director creativo quiere algo específico… entonces quizás tiene que hacerlo él mismo en lugar de dárselo a alguien.

¿Cuánta gente trabaja de manera fija?
La estructura fija somos dos, pero cada número se hace con de 100 a 150 colaboradores. Pero son free lance.

Se puede bajar del site de Internet (www.M-publication.com) un pdf con las condiciones y los principios claramente expuestos sobre la colaboración. Están abiertos a ideas y propuestas y dejan muy en claro que no se hacen cargo de ningún tipo de gastos, así se trate de esmeradas producciones fotográficas. Tampoco pagan una vez publicado. Ésta es una postura que Lloyd defiende con firmeza. Sostiene que M funciona para los colaboradores como plataforma en donde ejercitar y exponer las habilidades, ideas e intereses propios.


M DE METAMORFOSIS
Así responde Lloyd a la inevitable pregunta sobre la M de M-Publication.
Después, voy al principio:

¿Cómo surgió la idea de hacer M?
A partir de bastante observación y con mis estudios y trabajo de licenciatura. Quería explorar un tema concreto de una manera viva muy visual. Mis investigaciones me mostraron que el mercado estaba lleno de libros a todo color y revistas llenas de texto, pero nada que me interesaba demasiado. Años más tarde, cuando me interesé por lifestyle y moda, nada había cambiado. No había nada en donde información y estética se juntaran. Así creció la idea de hacer algo mío.

Del total de ejemplares publicados, una parte se vende y otra se regala.
Sí, publicamos 30.000 ejemplares. Así que tenemos una edición especial de tapa dura y excelentísima calidad que es para nuestro grupo más cercano de amigos y gentes. Y después tenemos 12.000 ejemplares que van a diseñadores de todo el mundo, las tiendas de buenos hoteles y a otras bellas tiendas que nos interesan. Y la otra mitad se vende. Esto es parte de nuestra estrategia de marketing. Creo que es importante que nuestra comunidad la tenga. ¡Ah!, y también enviamos a las universidades, esto es muy importante. Creo que es muy importante que el trabajo artístico llegue a quienes pueden amarlo, y esto es exactamente lo que pasa con las universidades. Cuando voy a dar charlas a las universidades llevo conmigo unas cuantas copias para regalar, es que ya sé que los estudiantes no tienen dinero para comprar M-Publication, que es tan cara, 26 euros. Pero cuando la gente me llama a la revista para preguntarme si puedo darles una gratis, les decimos que no, en eso somos muy restrictivos, porque sabemos que los profesionales tienen la plata para comprarla.


“LA REVOLUCIÓN ARTY”
(Se conoce por “arty” todo aquel producto del diseño o la ilustración un poco loco, inspirado, bonito, que no aspira a las densidades de lo que podría llamarse “artístico”.) Lloyd es a veces una catarata de declaraciones. Tiene esa actitud tan poco snob de dejar andar todo lo que quiera atravesar sus labios sensuales. No está mal, pero dice algunas barrabasadas que podrían fastidiar a gentes no mucho más intransigentes que yo. Supongo que se da cuenta. Y por eso larga la carcajada cuando le pregunto sobre sus dichos en una mesa redonda en el festival CMYK: “¿Qué quisiste decir con eso de “Nosotros queremos ser revolucionarios”?”. Acá es cuando se ríe, y también lanza una miradita cómplice a Roar, el actual director de arte de M, que permanece sentado enfrente de nosotros pero bajo el sol infame de las 3 en pleno verano. Con la misma convicción con la que dijo lo que dijo antes, Lloyd espeta ahora: “Nosotros no queremos ser revolucionarios, sólo queremos hacer lo que hacemos. Unos creen que es una mierda, otros piensan que es bonito, y sólo podemos intentar ser revolucionarios en el sentido de que no queremos ser como los fanzines típicos, trabajando collages con papel de fotocopias… Lo que queremos es hacer un trabajo de calidad. Y en ese sentido somos revolucionarios”. Enseguida agrega: “Definitivamente”.
Ya no da para preguntar sobre “la revolución arty que nos interesa”, otra de sus frases memorables en el CMYK.

¿Sos crítica con lo que hacés?
Claro, tengo que ser crítica. Yo soy mi peor crítico. Tenemos unas 500 páginas y sólo 200 terminarán siendo publicadas, así que tengo que ser crítica. Y siempre consultamos a otra gente involucrada pero al final del día toda la responsabilidad es nuestra.

¿Te ves a vos misma como una comunicadora?
Sí. M-Publication es una herramienta de comunicación. Estoy comunicando conceptos, ideas.

Me parece interesante la idea de Tyler Brule sobre Wallpaper y eso de crear un mundo de anti-celebrities para que después estos no te quieran comprar obligándote a atender a sus caprichos porque ellos anuncian en tu revista. ¿Qué relación tienen en M con sus anunciantes?
De lo más cordial. No nos ha tocado este fenómeno de “Tenemos un anuncio en tu revista así que por qué no nos haces una entrevista con…”. Trabajamos también algunos advisories, nos parecen una herramienta interesante. Si la revista es de una calidad visual tan elaborada, también los anuncios tienen que serlo. También hemos trabajado en el diseño y producción de campañas específicamente para M, como con Diesel.

¿Cuánto importan las ideas de los anunciantes, lo que les gusta, lo que les disgusta, lo que les molesta?
Con el trabajo de los bebés tuvimos algún llamado de algún anunciante diciendo que les parecía demasiado fuerte. Pero nuestra filosofía en ese sentido es muy clara: nosotros somos la subcultura, la cultura alternativa. Y el cliente no siempre está informado sobre todo lo que pasa en esos círculos y niveles. Así que no podemos darle tanto peso.


LA CRISÁLIDA TORNA MARIPOSA
El asunto de la mariposa viene al caso por las revistas independientes, ya que ahora presenciamos el fenómeno de cristalización de un proceso, cuando mucho gesto solitario pasa a formar parte de un todo. Algún editor dijo que esperaba del Festival de Revistas CMYK que se convirtiera en lo que se convirtió el Sonar, también en Barcelona, para la música electrónica: un aglutinador y canalizador de un fenómeno. Pero el de revistas parece a kilómetros luz de algo así, la segunda edición del CMYK fue incluso más apagada que la anterior…

¿Qué esperabas de esta segunda edición del festival CMYK?
Esperaba más revistas internacionales, y eso ha estado mejor este año. Hemos tenido muchas caras nuevas, como Tyler Brule, y creo que es un muy buen síntoma que él haya venido, porque es el “padrino” de las revistas de edición independiente. Fue muy importante verlo acá, él entiende el concepto de lo que quiere ser el festival y nos apoya en lo que queremos hacer. Ha sido una muy buena segunda edición, y estoy segura de que habrá una tercera y una cuarta.

¿De qué manera estuviste involucrada en la organización?
Bueno, no estuve realmente organizando, sino curando la sección de Alemania, que fue el país invitado este año. Así que tuve la oportunidad de sugerir qué mostrar, desde revistas hasta fotógrafos y posibles conferenciantes. Y de esa manera me involucré. También en discusiones generales y en traer a Tyler Brule.

¿Qué rescatás como interesante de este fenómeno de las revistas independientes en todo el mundo?
Creo que la escena independiente es muy interesante porque hay tantas cosas pasando, pero el único punto negativo es que hay muchas revistas que nacen, sacan dos o tres números y eso es todo lo que hacen, porque enseguida mueren. Y eso no es muy bueno. Así que espero que todas puedan conseguir el apoyo financiero para continuar publicando buenos trabajos.


QOMPENDIUM: LA QUE SIGUE
La situación es que Roar Sager no tiene ganas de hablar. Todas las evidencias (léase gordas gotas surcando su frente) indican que el director artístico de M se derrite al sol, a un metro enfrente de Lloyd y de mí, perfectamente guarecidas debajo de la sombrilla. Para mi tranquilidad, Kimberly Lloyd se vuelve particularmente insistente y lo pone al micrófono del grabador. Él responde la pregunta que iba a destinada a ella.

¿Cuáles son tus revistas favoritas?
No estoy seguro de cuáles son mis preferidas. Porque en unas me gustan los contenidos, hay otras que sólo me gusta mirar, así que es un poco difícil decidir. Por ejemplo, Tokio, me gusta por los contenidos; hay otra suiza que es muy buena. Los contenidos en Bulgaria son muy finlandeses y eso es lo que nos gusta, hay historias divertidas sobre Finlandia también, pero los contenidos en general, que son tan graciosos, eso nos gusta. Siempre hay algo que me gusta de cada revista, en realidad.

¿M es la revista con la que se sienten plenamente identificados o tienen otras ideas dando vuelta o harían otra cosa en otro momento?
De hecho ya tenemos otro proyecto en marcha, que es lo que nos gusta en ambos sentidos, en cuanto a contenidos y a la calidad de la presentación. Claro que a partir de ver tantas revistas y de estar trabajando en esto, te vas acercando a tu propia idea de revista.

¿Qué tipo de contenidos?
Estamos comenzando con una nueva publicación. A M le va muy bien, pero creo que sería muy interesante comenzar con algo que puede ser diferente a M y quizás más único de alguna manera. Asi que Qompendium va a ser como colectar trabajos, colectar trabajos artísticos. Así que vamos a tener mucho arte decorativo en la nueva publicación, vamos a tener ensayos y también muchos colaboradores. Será trabajo artístico publicado con la máxima calidad de impresión. Esto es lo nuevo del proyecto.

Más como un libro, ¿no?
Sí, bueno, un compendio de trabajos, pero también trabajos de revista. Alguien puede pensar que es un libro, que parece mucho más un libro que una publicación regular. Y lo cierto es que no va a tener ese tipo de cosas que salen en las publicaciones regulares, pero sí será una publicación que saldrá de manera regular.

¿Va a ser algo como Vorn [revista alemana]?
K. LLOYD: No, Vorn es muy caótica. Cuando comencé con mi primera revista, a eso me hace acordar Vorn. Ok, es caótica, es anárquica, está bien, tiene cierta sexualidad en eso, que te gusta esa cosa caótica y llena de conceptos locos, pero no es esto a donde apuntamos ni en M ni en Qompendium. Tenemos que navegar, pero necesitamos un museo no como una colección anárquica sino donde alguien te diga quÉ es lo importante por ahí. Tampoco será como Rojo [revi española], aunque ésta es una revista increíble. Habrá pedazos del real, como plástico, madera, algo de periódicos…, no sé, un formato diferente, también loca, pero con material genuino que le incorporamos. Esto es lo que haremos el próximo año.


RECUADRO 1
En M la Biblia chilla junto al calefón en un puro ejercicio de libre albedrío, exaltación quizás del eclecticismo del que nos jactamos quienes trabajamos en los medios, la moda, el arte, la música…, buenas dosis de escapismo y hedonismo también, y unos cables de información que, sin golpear demasiado, te traen a Tierra. Lo importante es estar atenti, usar los sentidos y “apoderarse” no sólo de conceptos ajenos sino de materiales concretos. Y reciclar bastante. Sólo objetar que los contenidos se adentran en el tema principal a veces con calzador, aunque también eso parece parte del juego. Para que se den una idea voy a enumerar algunos (imposible todos, son 200 páginas) del número 3, dedicado a la sorpresa. Después de las respectivas introducciones al tema de Lloyd y Piero Borsellino, co-director, con los títulos respectivos “Life, a surprise party?” y “Kill them all” (éste último en alemán, a pesar del título en inglés), lo que siguen son un escrito de Fréderic Beigbeder, el creativo publicitario que escribió el libro 39,90 sobre el marketing y sus estrategias, otro ensayo del autor del Diccionario de las maravillas, cuatro páginas de ilustración sobre el juego del scrabble, un advisory de tres páginas de divertimento ilustrado sobre Buddy Lee, el muñeco de los jeans Lee, un ensayo fotográfico sobre “el sorprendente rol de las mujeres en el Islam”, un par de fotos a toda página de una presunta Minnie Mouse en pelotas (lo cual da por resuelta una de las grandes incógnitas Disney, “¿cómo se vería Minnie desnuda?”), la definición de la palabra “experimento” a toda página frente a una foto del kit completo de un juego para cientistas infantes, una entrevista a una agencia de diseñadores, un ensayo fotográfico con el título “Second life” que muestra un BMW destrozado después de un gran tortazo (otro advisory, supongo), una muestra del trabajo de algunos de los ilustradores reunidos en el libro Vektoriat (entre los cuales aparecen los argentinos de RDYA)…
Y recién voy por la página 45.

RECUADRO 2
M-Publication en el mundo de las marcas
M y Strenesse y Collete París: Kimberly Lloyd diseñó junto a la marca alemana Strenesse una remera unisex con motivos gráficos de Arnaud Mercier que aludían a la gráfica de la M número 3. Se confeccionaron sólo 100 remeras y se vendieron únicamente en las tiendas Collete de París.
American Aparel es la marca americana de ropa que insistió en la posibilidad de su supervivencia dándole la espalda a varios “must” del capitalismo y que no sólo sobrevivió sino que encontró así el camino del éxito. Distribuye M en sus tiendas de Canadá y Estados Unidos.
M y Nike: En octubre de 2003, el lanzamiento de M Luxury (número 2) se hizo en el Nike Spiritroom de Berlín. Algunos ejemplares de este número colgaban por ahí para disfrute de los viandantes y también se proyectaron imágenes de M en una pared.
M y Gotan Project. En la fiesta M de Berlín en noviembre de 2003, se proyectó un corto de Prisca Lobjoy de Gotan Project (¿por qué el site de Gotan Project no está en castellano?).

RECUADRO 3
¿Quiénes leen M-publication?
Dice Kimberly Lloyd: “A través de los formularios de pedidos y abonos, correos de fans y discusiones varias, pude saber que M atrae a gente a la que le interesa la calidad, gente que se dedica a hacer y que son precursores en sus campos. Gente que conoce los medios, que se interesa por la política, la ciencia y los medios de comunicación pero que también se interesa por la manera en que se presentan los contenidos. Son individualistas. También suelen tener acceso a casi todos los medios porque son parte de ellos. M es enriquecimiento para su vida privada, les da placer, esta gente disfruta de la riqueza que aporta M en sus vidas. Para ellos M es no sólo transporte de información sino, como me comentaron hace poco, está tan viva como un buen vino”.

9:45 p. m.  

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