23/10/07

Jonathan Caouette y la nación Tar


METAL magazine
Durante las dos horas de charla con Jonathan Caouette descubrimos entre otras cosas la capacidad sampleadora de Skype. Un loop alucinante se obstina entre Barcelona y Nueva York; una palabra se tilda en el espacio sideral durante varios segundos, convertida en ritmo puro, escueto y minimal. Un eco a base de “there”. Y es curioso que sea ésa la palabra-ritmo: there, que es allí pero también aquí, según desde dónde se diga. “There, there, there, there, there…” Hasta que cortamos, nos volvemos a llamar y reemprendemos la conversación. Lo prometido es deuda, así que aquí está la anécdota musical. Caouette, por su parte, además de sacudirse de risa con el loop imprevisto, ofrece tenerlo en cuenta para su próxima película. Lo cual no sería de extrañar. En definitiva, no hay duda de que aquél al otro lado del ordenador es un devoto de los materiales innobles. Entre otras cosas.
El primer largometraje de Jonathan Caouette (Houston, Texas, 1973) es una pieza autobiográfica compuesta a modo de collage a partir de 160 horas de grabaciones de súper 8, VHS y digital que cubren 19 años de la vida de su autor, mensajes en contestadores telefónicos y fotografías desde su infancia. Editada en iMovie y con 218 dólares de presupuesto, el resultado son 88 minutos de Tarnation, su título, una obra documental absolutamente subversiva, por la historia trágica y humana que relata como por el experimento formal que constituye, en donde la velocidad y la fragmentación del relato, al igual que los efectos en pantalla, aluden de forma inequívoca a la actividad mental y sensorial de unos personajes psicológicamente turbados. Con Drugstore Cowboy y Mi Idaho privado, al igual que con The Last of England, comparte el uso del súper 8 como evocador del pasado. Mientras que en su calidad de biografía sin pelos en la lengua de unas vidas familiares tumultuosas se acerca a Capturing the Friedmans, Gummo y la más reciente The Devil and Daniel Johnston. Tarnation es una historia de vida, amor filial e identidad homosexual; muestra cómo se constituye y afirma una identidad personal en un entorno desencajado y relata un amor entre madre e hijo que trasciende los infortunios y las contrariedades. Es egocéntrica porque el rostro de Caouette tiene un predominio exuberante y es exhibicionista porque hasta las escenas más íntimas de confesiones y rencillas familiares se ofrecen a la mirada; pero por encima de todo, muy por encima de todo, es una pieza valiente.
(sigue en COMMENTS)

1 Comments:

Blogger Paula Yacomuzzi said...

Tarnation se convirtió en una obra de culto, tanto en círculos gays y lésbicos como fuera de ellos, y desató el pulso de unos cuantos bloggers en la web. Entre 2004 y 2005 se presentó en infinidad de festivales y obtuvo premios al mejor documental, mientras que Caouette se llevó lo propio como mejor director o director revelación. En España sólo se vio en el Festival de Gijón de 2004, no ha sido estrenada aún en las salas comerciales y hace sólo un par de meses que ha arribado a algún videoclub de Barcelona como vídeo de importación sin subtítulos. El dato de glamour ya impostergable tiene que ver con que entre sus productores ejecutivos figuran John Cameron Mitchell y Gus Van Sant.

Mucha agua ha pasado bajo el puente y aquí nos hemos propuesto llevarnos una muestra. Si bien nuestra inquietud sobre la vida de Caouette después de su opera prima parece que no ha sido del todo original (Jonathan Caouette as a Filmaker es un documental francés para televisión que se grabó en 2006 en Nueva York y Houston con Caouette), nos avocamos a ella con tanta terquedad como aquella palabra en el Skype y, eso sí, convencidos de su interés.

De modo que estás por comenzar en un nuevo proyecto como actor. ¿Qué puedes contar sobre ello?
Bueno, en realidad, últimamente he hecho unas cuantas cosas locas. Tengo esta tendencia a sobrecargarme y comprometerme con muchas cosas a la vez, lo cual no me disgusta. Hace unos días recibí un llamado de una agente de casting con la que trabajé anteriormente para Fat Girls, en donde hice de un profesor de música y teatro que por las noches hace performances drag, lo cual me alejó bastante de Tarnation. Pues ella me llamó y me ofreció un corto. Leí el guión y flipé. Es un corto, pero un buen corto, lo encontré súper atractivo. La semana próxima comenzamos con los actores y creo que el rodaje empezará a finales de marzo. Se llamará The Moon and He y lo dirige este tío Daniel Charney. Es un tío súper talentoso que está empezando a sonar; creo que ha sido una estrella infantil, tiene 27 años ahora y el guión que escribió es una amalgama muy interesante entre Twighlight Zone y Mulholland Drive y algo bastante burlesco. Yo interpretaré un travesty muy al uso. La verdad es que no me relaciono demasiado con el mundo drag, no voy a shows drag o cosas así, pero creo que será interesante hacer una drag queen sin el elemento camp, porque es muy oscura, es una peli pequeña, extraña y bizarra.

¿En qué otros proyectos has estado últimamente?
He estado trabajando en un documental en Londres para el festival de música All Tomorrow Parties. Siempre dije que no volvería a hacer un documental, porque me interesa más la ficción narrativa. Pero este proyecto golpeó a mi puerta y me resultó irresistible. Por la música, porque es todo new wave, indie, post punk, dance, en un entorno súper atractivo, un microcosmo en las afueras de Inglaterra, en un antiguo centro de vacaciones medio en ruinas. El gran atractivo del festival es que grandes músicos-artistas van a ser curadores durante todo un día, uno por día. Vincent Gallo hace un día, Devendra Banhart otro, The Shins otro… Comenzaré con la música y dejaré que ésta dicte lo que va a pasar, habrá mucho pastiche y montaje. De alguna manera similar a Tarnation, aunque no completamente. Una de las cosas que me animó a meterme otra vez en el documental es que me dieron mucha libertad creativa, así que puedo introducir un personaje ficticio y trabajar en ese territorio donde se desdibuja la frontera entre el documental y la ficción. El material documental será una tercera parte. De manera que vamos a cortar partes de un documental que alguien hace, aunque seamos nosotros quienes lo hacen. O sea, tendremos un personaje ficticio que hace de director de cine que trabaja en un documental que es en realidad nuestro documental. Será un documental sobre este festival, pero no en un sentido literal. Es un poco difícil para mí explicarlo, no sé si suena… si tiene sentido…

Me hago una idea. Es un concepto bastante al día, la incursión de la ficción en el documental.
Hace poco vi un muy buen ejemplo de esto, un film que se llama Brothers of the Head. Fantástico. Trata sobre unos gemelos siameses a los que explotan en una banda de punk rock y al final mueren de una manera trágica juntos; es muy bonito. Allí muestran un clip de Ken Russell, un docudrama, y Ken Russell hace una entrevista sobre esto, pero es todo ficción. Hay mucho trabajo hoy en día en donde se explora esto del real y la ficción y hacer ficción que parezca real. Creo que es fantástico y que tanta experimentación llegará muy lejos en algún momento.

¿Has visto The Devil and Daniel Johnston?
¡Sí! Me encanta que lo menciones. He visto esa peli mil veces. Eh… Buen, esto sonará extraño: estuve en un crucero gay hace unos días. No acostumbro hacer “cosas gays”, ya sabes, no voy a gay parades, no voy a bares gay, no escucho Madonna, no hago muchas cosas que muchos gays hacen, y no sé tampoco por qué. Pues allí se dieron unas situaciones maravillosas, opulentas y decadentes a la vez, e increíbles. Nunca había estado en algo así. Y había un festival de cine en el crucero. Allí vi The Devil and Daniel Johnston tres veces. Pero la había visto anteriormente un montón de veces. Es uno de mis documentales favoritos.

¿Por qué?
No sé. Supongo que hay cierta empatía con él, me recuerda muchísimo a mi madre. Mi madre no alcanza ese nivel de depresión maniaca, pero diría que casi, prácticamente está ahí. También es increíble porque Daniel Johnston, mi madre y también yo cuando fumé PCP terminamos en el mismo hospital psiquiátrico.
Un gran amigo, Jason Nodler, de Huston, que dirige una compañía de teatro de vanguardia, es amigo de Daniel Johnston desde hace bastante tiempo. Nunca conocí a Daniel, espero hacerlo algún día. Pues Jason tomó toda la música de Daniel e hizo una adaptación teatral basada en los personajes que dibuja Daniel. La obra se llama Speedway Motorcicle y tiene muy buena crítica. Me encantaría hacer una peli un día de esta obra, si todo cuadra, si Daniel se siente lo bastante cómodo con la idea. Y porque soy un gran fan de su música.

¿Qué es Jonathan Caouette as a Filmaker?
Pues… [Risas] Aparecieron unos franceses muy agradables que querían hacer un documental sobre después de Tarnation. Así que terminaron filmando este documental para televisión. Pues… no está mal… [Ríe]. Hicieron un montaje muy crudo del tiempo que pasamos juntos. Filmaron unas dos semanas conmigo en Nueva York y un poco en Texas. Hay unas entrevistas buenas con algunos de mis amigos en un hotel en Huston. Aunque creo que hicieron un montaje con bastante prisa, es probable que hagan otra versión.

¿Prefieres dirigir más que actuar?
Me gusta actuar y dirigir, las dos cosas. Pero prefiero dirigir. Tienes mucho más control de la situación, no puedes ir tan lejos, porque es un trabajo más colaborativo, tienes que estar para resolver las necesidades de los demás. Como director intento ser tan independiente como sea posible, no tener que dar cuentas a nadie...

¿Cuánto necesitas de las historias?
Me gusta ver documentales. Jesus Camp, Hell House, algunos de Michael Moore... Pero me atrae lo narrativo. Me gusta llegar a lugares esotéricos y bizarros, y eso no se puede en el documental. Me interesaría mucho hacer una peli de horror realmente cruel o una peli parapsicológica muy cruel, contada de un modo realista.

¿Tienes algo así en mente?
Sí, hay algo… Estoy comenzando a trabajar en un guión que es una adaptación de una novela llamada Todo en otra parte, escrita en Colombia, por Carolina Sanín, que es mi cuñada. Ella es un genio. Ha escrito esta novela muy esotérica e impredecible, un viaje de ensueños. Es bastante difícil verla como una película pero estoy en ello.


Vamos a Tarnation. ¿En cuántos festivales has estado con Tarnation?
¡Dios! En cada uno de todos los que existen. En cada festival que hay en el mundo. En cientos. Yo estuve en unos cientos y la peli en otros tantos. De modo que quién sabe.

¿Cuánto te afectó toda esta tarea de promover Tarnation? Quiero decir como director y como persona, siendo un film tan personal.
Pues fue realmente una experiencia muy dura. Fue una especie de terapia perpetua. Sobre todo con las entrevistas. Recuerdo la segunda entrevista que hice, en Sundance (la primera fue en el festival de Leeds, en 2003, a donde llevé una versión de dos horas que era algo diferente). En Sundance me di cuenta de que estaba obligado a asumir responsabilidades como director de esta peli; estaba casi paralizado, no me había preparado para el tipo de preguntas que me hacían. No eran las preguntas típicas que puedes escuchar, como “¿Por qué rodaste de tal modo?”, “Háblame del editor, de tal actor”. Todo era extremadamente personal: “¿Cómo estás?”, “¿Cómo está tu madre?”. Y lo hice cientos de veces, una y otra vez durante dos años. Un día me desperté y habían pasado dos años y medio. Pensé que yo mismo iba a desaparecer. Es que no había siquiera otro actor para enviar a promocionar la peli.

“¿Cómo está tu madre?” Aluciné que te hicieran tantas veces esa pregunta. ¿Cómo puedes responderla tantas veces, no te molesta?
¡Pues lo haces! Te puedo contar una anécdota bastante fuerte alrededor del impacto de esa pregunta. Es una pregunta que no está mal, no me rehúso a contestarla, está bien, es normal. Era la segunda vez que estaba con Tarnation en el Festival Internacional de Cine de Londres, y era la premier del festival y el mismo día se proyectaba Tarnation. Las circunstancias previas a todo esto fueron extraordinariamente difíciles. Mi madre estaba muy enferma. Yo estaba en Texas en ese momento, estuve unos seis meses allí cuidando de mi abuelo y mi madre y en otros asuntos. Mi madre había desaparecido, se había subido a un autobús y no supimos sobre ella durante dos semanas. Al final supe que estaba en Nueva York, porque en su cabeza en ese momento me iba a buscar a mí a Nueva York. Así que [mi novio] David la encontró y pudo retenerla allí. En el momento en que ella aparece en Nueva York yo debía estar en Londres, o dos días después. De modo que hablé con el distribuidor a ver si podía conseguir otro pasaje porque no podía dejarla sola, ya hemos tenido suficiente experiencias con las instituciones mentales, quería evitar que la pusieran en un hospital. De modo que vino conmigo a Londres y estuvo todo el tiempo conmigo, ¡y yo hacía unas 30 entrevistas por día! Fuimos a Manchester, Dublín, etc. El día de la premier, cuando se estrenaba la peli, mi madre volvió a desaparecer, por las calles de Londres. Y lo primero que pensé fue que los americanos en Londres la tienen muy difícil, por la diferencia derecha-izquierda del tráfico. Pues salí por las calles, la encontré y nos subimos al taxi hacia el festival. Después de la peli, la primera pregunta que me hacen es “¿Cómo está tu madre?”. Por primera y única vez, dije “Lo siento, no puedo seguir con esto” y me fui. No fue intencional, no intentaba ponerme dramático, sólo que reaccioné así en ese momento. Y ahora cuando lo pienso, me sabe muy mal.

Y sin embargo, según he leído, has pensado en continuar por la línea autobiográfica, quizás por el lado de los hogares sustitutos donde estuviste como niño.
Estoy tan cansado, simplemente no tengo tiempo de parar y ponerme en ello, pero en ocasiones me entusiasma la idea de una continuación. Tan sólo una continuación, una segunda parte. No sé, quién sabe. Sin dudas está por ahí en mi cabeza.

¿Qué ha significado Tarnation en tu vida?
Creo que ha sido una manera de darle al mundo un mensaje que nunca anticipé o premedité en absoluto. Sin duda es una película que explora un tema de un modo que no se había hecho antes. Y que llega a mucha gente muy diferente. Les permite conversar sobre traumas y estos temas de una manera quizás inédita. Hay mucha gente que tiene enfermedades mentales.

¿Crees que Tarnation será una voz que te susurra al oído “no harás nada mejor que yo”?
¡No! Claro que no. Tengo muchas más historias para contar, no serán como ésta sin duda. No usaré mi propio material quizás, ni trabajaré con el tema de mi familia… pero tengo mucho por contar.

¿Cómo afecta tu vida diaria este desorden disociativo que te diagnosticaron?
Hace poco me encontré con el libro Living in a Dream, que es un estudio que hizo un psiquiatra neoyorquino bastante famoso. Allí la relaciona con la epilepsia del lóbulo temporal. Es muy complejo incluso hablar sobre ello. No sé si estoy tan afectado como inicialmente, no sé si es que ha disminuido o que ya me he acostumbrado. Básicamente, hay una alteración de la percepción.

Sabes que David Lynch está muy interesado por la meditación. Dice que para mantener alejada la furia y otras malas influencias. Me pregunto si en tu vida descubres algún mecanismo similar a la meditación, y si crees que lo necesitas, claro.
Estoy convencido de que hay lugares en tu mente, en tu alma, en tu equilibrio, a los que puedes acceder para poner las cosas en perspectiva y focalizar para que nunca sean necesarios ni el enfado, ni la guerra ni juzgar a los demás. De hecho, hice un poco de meditación trascendental en ciudad de México durante el eclipse de luna. No he tenido tiempo después para explorar en ello un poco más, pero me gustaría, porque encuentro que es muy interesante. Mientras hacía meditación sentí que abandonaba mi cuerpo, aunque al mismo tiempo mantenía un alto nivel de conciencia (y aunque ya siento levemente que no soy parte de mi cuerpo, supongo que por este desorden de despersonalización). Fue una combinación de sensaciones muy potente... Me llama la atención que David Lynch esté tan involucrado en la meditación…

Bueno, se puede relacionar de algún modo…
Sí, es verdad. Muchos de los mejores momentos en sus films son como meditación trascendental.

Se puede pensar en procesos mentales…
Sí. Creo que Inland Empire es una de las mejores películas que he visto. Aquí se estrenó en la misma sala en donde estrenaron una copia 35 mm de El Topo, de Jodorowsky, otro de mis directores favoritos.

¿Qué tipo de experiencias te interesan en este momento de tu vida?
Pues cada vez más me tienta la idea de dejar Nueva York. Todo el asunto de pagar las cuentas… Nueva York es una ciudad fantástica, no soy un anti-Nueva York ni la odio, pero cada vez me interesa más la idea salir de la ciudad y vivir en una granja en algún sitio. No sé si lo aguantaré siempre. Pero me dan ganas de naturaleza, pájaros… [Risas.] Incluso pensando en hacer películas. Creo que se pueden hacer películas en cualquier sitio. No creo que haga falta un gran equipo de gente para hacer una película, de hecho creo que sólo se necesitan unas pocas personas.

¿Qué opinión tienes de tu país?
Creo que es un país que está en problemas, donde mucha gente tiene una idea de lo que está pasando pero no saben lo que está pasando, en diferentes niveles: en política, en lo social, en lo religioso… Creo que hay mucha gente buena. Creo que es un país en donde se permite que el péndulo se balancee entre los extremos más opuestos de la derecha y la izquierda. Creo que la gente está abierta a aceptar una nueva conciencia de lo que sucede. Hay tanto, tanto que mencionar… la guerra, la empatía por los demás… creo que hemos perdido todo eso, en todo el mundo, no sólo en Estados Unidos, hay esta gran desconexión de la condición humana. Creo que estamos realmente desconectados socialmente, quiero decir en relación a antes de que apareciera Internet. Creo que Internet es una bendición y una maldición al mismo tiempo.

¿Tienes mantras, frases, poemas que te gusta repetirte?
Mmm, no… No. Me gustaría tener algo así. ¿Tienes alguna que puedas recomendarme?

Pues… me gustó ésta que escuché hace unos días en una canción: “If you want to be wrong you have to be strong”.
Está muy bien. Me remueve muchas cosas…

¿Hay algún sitio que no visitarías?
No, iría a cualquier lugar en el mundo. Me gusta España. Gijón me encantó, es como un lugar salido de un cuento de niños, nunca había visto algo así. De alguna manera me recuerda el pueblo en Cinema Paradiso.

¿Tienes héroes?
Mis héroes son mi novio David; mi hijo Joshua, que tiene once años; me encanta David Lynch, y Lars Von Trier, y Gus Van Sant, y John Cameron Mitchell… Y mi madre probablemente sea lo más.

5:50 p. m.  

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